Afrontar tus miedos con medicina natural
A pesar de que existen diferentes Flores de Bach para tratar el miedo, hay una especialmente adecuada para trabajarla, llamada “Mimulus”.
Cómo decía el Dr. Bach, Mimulus es útil “para miedos concretos como por ejemplo: a la enfermedad, al dolor, a los accidentes, a la pobreza, a la obscuritat, a las desgracias…; es decir, para los miedos de la vida cotidiana”.
De hecho, el listado de situaciones susceptibles de ser tratadas con Mimulus, es interminable, pero todas ellas tienen en común que responden a miedos que obedecen a una causa-efecto. Es decir, no estamos hablando de miedos de origen desconocido para la persona que las sufre. Si se tratara de solucionar un miedo inexplicable, entonces habría que utilizar otra esencia floral, concretamente, Aspen.
Todo miedo implica una limitación importante que puede llegar a bloquear la actitud y la acción de la persona que la vive. El miedo es como una prisión que nos roba libertad a la hora de sentir y hacer. El miedo nos deja estancados dentro de nuestro proceso evolutivo, por lo cual es muy conveniente encontrar un mecanismo sencillo, pero eficiente, que nos ayude a superar cualquier miedo auto limitadora que nos reste posibilidades de crecimiento emocional.
Personalmente, considero que las Flores de Bach son un recurso excelente a utilizar dentro de un tratamiento de Terapia Psicoanalogista, puesto que constituyen una gran ayuda tanta para el paciente cómo para el terapeuta.
Oporto casi 30 años siendo testigo de la fuerza que tienen dentro de nuestro todas las vivencias que traemos almacenadas a nivel subconsciente. Y precisamente para ser observadora de las dificultades a la hora, tanto de no creer´ns que somos nuestra personalidad, como de transformar actitudes, emociones, mecanismos mentales…, que siempre he buscado recursos naturales; es decir, excents de efectos secundarios, pero eficientes, para facilitar a mis pacientes el trabajo que hacemos plegados en consulta.
Las tendencias de disparos de personalidad para quién Mimulus puede ser de gran ayuda, entre otros, son: gran sensibilidad psicológica y física, timidez, vergüenza, tendencia al tartamudeo, sudoración excesiva, apariencia frágil, espalda encorvada ninguno adelante, ansiedad, introversión, miedo al rechazo, evitación ante la no aprobación social y personalidad fóbica.
A la vez, las personas de carácter Mimulus, acostumbran a ser hipersensibles a los ruidos, al frío, en exceso de luz… Su timidez los trae a pasar del silencio al habla exagerada. Ante personas desconocidas pierden vitalidad y se tensen. Se sienten especialmente presionadas en presencia de quien los parece muy seguro, fuerte y activo, y acostumbran a sufrir ansiedad si no consiguen solucionar una cuestión negativa de forma inmediata.
Muy a menudo, las personalidades de cariz Mimulus, han vivido una infancia cargada de miedos de todo tipos, lo cual los ha generado que necesitaran mucha protección materna. Y es fuerza habitual que manifestaran enuresi nocturna más allá de la edad considerada correcta.
Mimulus es una flor fantástica para administrar a aquellos niños que muestran mucho miedo ante cosas nuevas, como por ejemplo: empezar la guardería, aprender a nadar, marchar de colonias, etc.
Gracias a Mimulus, toda persona, de cualquier edad, puede ver como van disminuyendo y desapareciendo sus miedos más arraigados, a la vez que nota como aumenta su capacidad de comprender su entorno y todo aquello que vive.
Mimulus aporta felicidad, puesto que todo miedo es una limitación que nos impide fluir, y sin fluir, desarrollarnos positivamente es fuerza imposible.
Recomiendo la lectura de un cuento de Jorge Bucay verso el miedo y la timidez. Es fácil y agradable de leer, pero no por eso menos enriquecedor, todo el contrario.
A la vez, considero interesando un artículo publicado a la revista CuerpoMente titulado: La timidez en el niño.