¿Cómo hacer el nudo de una corbata?
Muchos jóvenes y adultos varones requieren de la utilización de una corbata que acompañe la elegancia de vestirse de traje o simplemente con una camisa para un evento especial de trabajo, cumpleaños, fiesta o acto, entre otros.
La importancia de saber hacer nudos de corbata
Más allá de enriquecer la vestimenta, imagen e impresión que un hombre muestra con un traje y corbata, este debe aprender a hacer el correspondiente nudo que resulta sencillo para los más experimentados, pero muy complejo para los novatos en el tema.
El primer paso para lograr un buen nudo de corbata es saber que, previo a colocarla, tienes que tener la camisa puesta y con todos los botones abrochados. En caso contrario, la misma no sujetará bien.
El segundo es pasar la corbata por detrás del cuello de la camisa y que quede como dividida en dos cintas; una paralela a la otra para, ahí sí, comenzar con el tan ansiado y rebuscado nudo.
El tercero es elegir las dos cintas y hacer una suerte de cruz cuyo cruce esté lo más cerca posible del cuello, es decir, de la parte superior de la camisa. Debes poner la cinta más gruesa (la más visible luego) por arriba de la más fina.
El cuarto paso es sujetar con dos dedos de tu mano izquierda la mencionada cruz en la parte donde ambas cintas se cruzan para, con la otra mano (o intercambiarlas, lo que te resulte más cómodo), tomar la cinta gruesa y pasarla por debajo de la más fina.
El quinto es donde empieza la parte más compleja; tienes que poner un dedo (por lo general, el índice) en el nudo que ya se está formando por pasar por encima a la parte gruesa de la corbata. Es como si quisieras envolver tu dedo, pero dejando un mini hueco arriba.
El sexto es pasar nuevamente la parte gruesa de la corbata por este mencionado espacio y que así dé una mini vuelta y vaya recto hacia abajo desde dicho hueco hasta tu ombligo.
Una vez allí, debes apretar la parte inferior del nudo con dos dedos de tu mano hábil y con la otra acomodarlo hacia arriba hasta llegar al cuello, lugar desde el cual se sujeta. El nudo debe ser fuerte, pero ten cuidado que no te moleste el cuello.
El último paso es revisar que el nudo esté bien y que la corbata vaya derecha y en la dirección correcta casi hasta el pantalón. Lo ideal es que lo observes desde un espejo, ya que si hay algún pequeño error, te darás cuenta más fácilmente que solo con tus ojos.
Cabe destacar que la mayoría de las personas realizan una sola vez el nudo dado que, cuando deben quitarse la camisa y la corbata, lo que hacen con esta última es bajar el nudo, pero dejándolo intacto para utilizarlo en la siguiente ocasión.
Es todo un proceso que primero cuesta y siempre apuestas a que otro sujeto más experimentado lo haga por ti. Pero una vez que lo aprendes e incorporas la técnica, lograrás colocar una corbata en cuestión de segundos y de forma automática sin pensarlo.
Sea por una cuestión de trabajo, obligación, gusto personal o querer combinarla con algún otro elemento como la propia camisa o el saco y el pantalón, la corbata puede contar con diferentes colores y tonalidades (claras, oscuras, con puntitos que la hacen más llamativa, etc.).
Las corbatas suelen estar hechas de seda y en particulares casos son utilizadas por las mujeres como identificación de un lugar o empresa de la que forman parte. De todos modos, es común que sea colocada en un hombre que no necesariamente debe tener un saco arriba.
También hay algunos modelos de camisas infantiles que traen incorporada la corbata. Cabe destacar que esta última es utilizada también por los más pequeños debido a que el correspondiente uniforme de colegio lo exige.
En cuanto a su historia, el origen de la corbata se corresponde al siglo XVII cuando fue usada por primera vez por jinetes del ejército croata. Dicho sea de paso, la palabra corbata proviene del italiano cravatta, que deriva del gentilicio de Croacia.
En dicho momento la corbata tenía la función de diferenciar a los distintos ejércitos y era ideal por lo llamativa incluso desde lejos. Al mismo tiempo, la corbata se sitúa en un lugar visible y no puede pasar desapercibida.
En tanto las corbatas se dividen en dos tipos: las largas, que son las más comunes, y la corta que es la que requiere del mencionado y explicado nudo. También hay corbatas estilizadas que sirven para casos particulares.
A muchos individuos les encanta vestir elegantes y con corbata incluida para lucir mejores frente a los demás y sentirse más contentos. No obstante, otros no quieren saber de nada, les incomoda y prefieren una clásica remera de simple colocación.
Uno de los ejemplos más claros y vistos en la actualidad es la de los chicos en el colegio. Así como un grupo está acostumbrado a la camisa y corbata con pantalón gris y zapatos, otros prefieren el uniforme de gimnasia con jogging, remera y zapatillas.
Con una gran historia y clara función de utilización, la corbata es mucho más que una cinta de determinado color y por ello es utilizada para eventualidades importantes de una persona.