Mejor sonrisa con carillas dentales
El 85% de los pacientes que acuden a las consultas dentales presentan síntomas de bruxisme, una parafunción mandibular persistente que consiste en el rozamiento dental sin propósito funcional y que produce el desgaste de las piezas dentales, como por ejemplo las carillas dentales de porcelana.
En general, el bruxisme se presenta de manera ocasional, sin que tenga una mayor repercusión; cuando es continuado, pero, acaba aconteciendo perjudicial para todo el sistema masticatori: dientes, encías, músculos y articulación temporomandibular.
«A nivel dental, se producen desgastes importantes de los tejidos superficiales que sirven de protección del diente. En pacientes con piezas sometidas a una endodoncia (eliminación del nervio), pueden aparecer fracturas múltiples por el exceso de presión; si, además, el paciente trae coronas, puentes o facetas dentales, implicará, casi siempre, la extracción de las piezas dentales. En los casos donde haya un debilitamiento óseo de los maxilares, el bruxisme acelerará el proceso hasta la pérdida definitiva del hueso», afirma el odontocirurgiana y directora general de la Clínica Benalal, Carolina Benalal.
El exceso de estrés es el principal causante de esta patología, puesto que la presión diaria deriva en una necesidad de liberar tensiones durante el sueño nocturno. También favorece un mal engranaje de los dientes los desequilibrios de oclusión, puesto que obligan el organismo a intentar desgastar estas interferencias para conseguir una mejora en la oclusión, eso opinan en las clínicas de estética dental.
Los tratamientos se centran en la reducción de los efectos perjudiciales mediante la restauración de una o más piezas dentales y la utilización de férulas de descarga, unas prótesis de plástico o resina que se ajustan perfectamente a las arcadas dentàries, con el fin de evitar que los dientes choquen entre ellas y se desgasten.