Por qué los alimentos integrales son considerados más saludables
Los alimentos integrales se caracterizan por tener un mejor perfil nutricional, debido a que tienen una mayor cantidad de nutrientes, vitaminas y minerales en comparación con los refinados, por lo que se presentan como una gran alternativa para mantener un estilo de vida y dieta equilibrada.
Durante algunos años ha existido una controversia bastante grande entre los alimentos refinados y los integrales, siendo los primeros los que conviene evitar, razón por la cual y con el paso del tiempo, se establecen normativas dentro de la industria, las cuales se encargan de regular el porcentaje de harina integral que tienen que incluir los alimentos para poder considerarse como integrales.
Ahora bien, para descubrir por qué los alimentos integrales son considerados más saludables, lo más recomendable es que continúes leyendo, porque aquí te lo explicamos.
¿En qué consisten los alimentos integrales?
El cereal integral suele ser igualmente conocido como cereal de grano entero debido a que, durante su proceso de trituración y su tratamiento posterior, logra conservar sus 3 partes.
El mismo destaca debido a que normalmente son más oscuros y ásperos al tacto, a causa de la presencia del salvado.
Por su parte, el cereal blanco o refinado se caracteriza por ser ese al cual, a través de su procesado, se le retira la cascarilla externa o salvado, al igual que una buena parte del endospermo, es decir, la zona intermedia del grano.
De esta forma y después de molerlo, es posible conseguir un cereal que no solo es de color más claro, sino también más fino al paladar.
Ahora bien, las harinas obtenidas, independientemente si son refinadas o integrales, se utilizan para preparar alimentos que continúan conservando la denominación de integrales al ser elaborados con harina integral, y es que la misma mantiene el salvado (o cubierta externa).
Entre dichos alimentos se incluyen el pan integral, arroz integral, pasta integral, cereales de desayuno integrales y galletas integrales, entre otros. Mientras que al ser elaborados con harina refinada o blanca, suelen ser pasta refinada, pan blanco y arroz blanco, etc.
Los verdaderos alimentos integrales son aquellos que se encuentran creados con las tres partes del grano, exactamente como es recolectado en la naturaleza, sin agregar ningún porcentaje de salvado extra.
¿Cómo se componen los alimentos integrales?
Normalmente, la fibra consiste en el nutriente más popular que poseen los cereales integrales, razón por la cual suele resaltarse especialmente dentro del etiquetado de los productos.
No obstante, el hecho de que algún alimento contenga fibra, independientemente si es añadida o incluso natural, no quiere decir que sea integral, ya que como mencionamos previamente, el cereal integral es aquel que logra conservar cada una de sus partes comestibles, incluyendo también tanto el germen como el salvado.
De modo que consigue mantener todos esos nutrientes que suelen perderse a través del proceso de refinado, los cuales son parte no solo de la fibra, sino también de los minerales y las vitaminas.
La harina refinada, en comparación con la integral, cuenta entonces con menos del 50% del aporte de fibra que puede ofrecer la harina integral.
Asimismo, el refinado causa una considerable reducción en su contenido de vitaminas. La misma oscila entre un tercio cuando se trata del ácido fólico, y ronda el 90% en el caso de la vitamina B3.
Mientras que con relación a los minerales, se conoce que las pérdidas superan considerablemente la mitad, alcanzando hasta un 80% tanto para el zinc como para el magnesio.
De esta forma, el enriquecimiento de los cereales refinados únicamente a través de la fibra tiende a cubrir la considerable pérdida de vitaminas y minerales. Por lo tanto, está claro que los alimentos integrales aportan más nutrientes que los refinados.
¿Por qué se considera que los alimentos integrales son más saludables?
Los alimentos integrales se caracterizan por tener una mayor contenido de nutrientes (vitaminas y minerales), al igual que de fibra y también de otros muchos compuestos tanto bioactivos, como fitoquímicos.
Así, los alimentos integrales suelen considerarse como una alternativa más saludable a causa de su elevado aporte de fibra, que logra optimizar la digestión y prevenir problemas de estreñimiento, debido a que incrementa el volumen de las heces.
De igual manera, destacan por ser un gran complemento dentro de las dietas hipocalóricas y aquellas que tienen como finalidad la pérdida de peso.
Del mismo modo, este tipo de alimentos logran distinguirse por ser capaz de ayudar a evitar el desarrollo de ciertas clases de cáncer, al igual que por optimizar el control de la diabetes mellitus.
Pero eso no es todo, ya que la fibra que proporcionan estos alimentos es usada además como elemento prebiótico, lo que significa que es utilizada por la flora bacteriana intestinal con el fin de promover su crecimiento y desarrollo.
Y en general, resultan ser más saludables y recomendados por contar con un interesante perfil nutricional, mejor que el que poseen los refinados. En este sentido, además de sus minerales, vitaminas y nutrientes, su aporte de fibra ofrece mayor saciedad.
Asimismo, dicho contenido favorece que la subida de glucemia (es decir, el nivel de azúcar presente en la sangre) se produzca de manera más progresiva y constante, ofreciendo así una energía mucho más constante durante todo el día, contrario a lo que ocurre con los refinados.
De la misma forma, son de gran ayuda para mantener los niveles de colesterol en sangre bajo control. Además, su aporte de antioxidantes permite detener y prevenir los primeros signos del envejecimiento (flacidez y/o arrugas).