Tipos de mesas para eventos
A la hora de organizar una recepción o evento social debes tomar en cuenta que tus invitados necesitarán sentarse cómodamente para pasar la velada, disfrutando de una agradable compañía entre familiares y amigos mientras toman algo o sencillamente degustan un rico menú.
¿Qué tipo de mesa es la mejor para un evento?
Según la fecha tendrás que escoger la mesa idónea, ya que no todos los tipos que existen en el mercado se adaptan a una sola necesidad. Hay mesas de diferentes formas y tamaños que permiten una distribución y combinación acorde con la ocasión, como por ejemplo:
La mesa redonda
Es la más frecuente en galas y banquetes, admite la interacción de todos los comensales al mantenerse el contacto visual entre ellos, además la comunicación fluye con claridad.
Lo más recomendable es sentar a seis u ocho personas, aunque las hay con capacidad hasta para 14 y en su conjunto no resulta desequilibrado.
La mesa cuadrada
Su característica principal es que los invitados estarán sentados alrededor de ellas de forma ordenada, de manera proporcionada y acogedora. En cada mesa podrán sentarse cuatro, seis u ocho personas.
No es apropiada para actos protocolares o corporativos, pero sí para reuniones familiares e íntimas.
La mesa imperial
Antiguamente se le llamaba así a la mesa de grandes dimensiones que tenía cabida para 50 convidados.
Es rectangular con los extremos redondos, siendo una mesa donde los miembros sentados alrededor de la mesa tienen a alguien a su derecha e izquierda y la cabecera se sitúa en el centro, es decir, a la francesa (anfitriones).
Es más utilizada en convites donde se coloca una sola mesa, principalmente a partir de 30 individuos o en eventos institucionales y empresariales.
La mesa rectangular
Es la más empleada en fiestas y eventos al aire libre y a la hora de realizar bodas con pocos asistentes, pudiendo estos ser colocados en una larguísima mesa o varias de cuatro a seis personas.
La presidencia puede establecerse a la francesa (en el centro, de un lado u otro) o a la inglesa (uno en cada punta), siendo una mesa totalmente aconsejable cuando se cuenta con poco espacio y para bodas entre 20 ó 30 invitados.
Una desventaja es que dada su extensión no favorece la conversación entre los invitados, a menos que se agrupen de acuerdo a sus intereses.
La mesa en forma U
Esta se estila en ocasiones muy especiales y cuando se desea sentar a todos los presentes en la misma mesa donde están los anfitriones (permite ocupar la parte interior) o en grandes cenas (no se ocupa el interior).
No se usan los puestos de los extremos, ni los colocados frente a la presidencia. Una de sus ventajas es que a lo largo de la mesa se logran crear varios grupos de conversación.
La mesa en forma de herradura
Es excelente para mantener un debate o conversación. Se utiliza sólo en reuniones empresariales o encuentros de naciones u organismos.
La mesa ovalada
Esta no acepta juntarla con otras mesas, ya que sus extremos son redondeados. En este modelo, los presentes no se ven ni hablan con comodidad, a menos que sea pequeña.
De lo contrario solamente se comunican los más cercanos. En una ocasión muy formal quien la encabeza debe hacerlo a la francesa (la pareja situada en el centro a un lado y otro).
Hay distribuciones que no se recomiendan, ya que dificultan la colocación e interacción entre los presentes.
La mesa en forma de T es una de las menos utilizadas porque entorpece la comunicación y visión de los integrantes. En la mesa en forma de peine, los invitados se sientan enfrentados a la presidencia (parte interior de la U), interrumpiendo la conversación entre ellos.
Es indudable que la presentación de la mesa siempre refleja tu personalidad y ya sea una reunión normal, bautizo, boda o banquete, lo mejor es buscar la originalidad.
Enfócate en el arreglo de la misma, si quieres realzar con distinción el acontecimiento opta por un llamativo y gran centro de mesa que incluya frutas y flores, además elige la cristalería, vajilla y cubiertos de primera ya que destacarán sobre los manteles cuya combinación irá a tono con la decoración.
Recuerda que la mesa será el foco de atención y de ti dependerá la primera impresión que tengan tus allegados al acudir a la fiesta.
Para que estos se orienten en el salón o local es aconsejable identificar la mesa con un número. Si prefieres personalizarla más, coloca detrás de las sillas sus nombres. Una carta del menú es un detalle que aprovechan los comensales para saber qué se presentará en la recepción y así elegirán su totalidad o únicamente alguna de las opciones.
Organizar y planear una celebración por más sencilla que sea requiere de cierta preparación y tiempo para que no se nos escapen ciertos detalles y que todo salga perfecto.